La vida moderna, con su ritmo acelerado y sus innumerables distracciones, puede dificultar la conexión con nuestra propia espiritualidad. Sin embargo, la sabiduría ancestral nos recuerda que la espiritualidad no se limita a los templos o a los momentos de meditación formal, sino que puede florecer en cada aspecto de nuestra existencia. En este sentido, la obra de Thomas Merton, “Vosotros también, poniendo toda”, nos ofrece una guía invaluable para cultivar la espiritualidad en la vida cotidiana, invitándonos a añadir a nuestra fe virtud, a través de la presencia de Dios en el momento presente.
La presencia de Dios en el día a día
Merton sostiene que Dios no es un ser distante que solo se encuentra en lugares sagrados o en momentos especiales, sino que está presente en cada instante de nuestra vida, incluso en las acciones más mundanas. La clave para experimentarlo reside en la atención plena, en la capacidad de estar presentes en el momento presente, sin dejarse llevar por los pensamientos o las preocupaciones.
Imagina, por ejemplo, el simple acto de comer. En lugar de devorar la comida sin prestar atención, podemos detenernos a observar su color, su textura, su aroma. Podemos saborear cada bocado, apreciando la energía de la tierra que se transforma en alimento. En este acto cotidiano, podemos encontrar una conexión profunda con la creación y con la presencia divina.
La receptividad como puerta a la experiencia espiritual
Para abrirnos a la presencia de Dios, es fundamental desarrollar la receptividad. Esto implica dejar de lado las distracciones, las preocupaciones y el ruido mental que nos aleja del momento presente. La receptividad es como un estado de quietud interior que nos permite percibir la belleza, la maravilla y la santidad que nos rodean.
Un ejemplo de este tipo de receptividad es la práctica de la “atención silenciosa”, que Merton describe como una forma de meditación que nos ayuda a conectar con nuestra propia esencia y con la energía universal. La atención silenciosa nos permite observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos, creando un espacio interior de calma y paz.
La unidad de toda la creación
Merton nos invita a reconocer la interconexión de todas las cosas, a comprender que la vida es un tejido complejo en el que cada elemento juega un papel fundamental. Cuando cultivamos esta conciencia de unidad, desarrollamos un sentido de compasión hacia todos los seres vivos y asumimos la responsabilidad de cuidar el planeta.
La idea de la unidad de la creación se puede comparar con la imagen de un árbol. Cada hoja, cada rama, cada raíz está interconectada, formando un sistema complejo y dinámico. De igual manera, cada ser humano, cada animal, cada planta, cada elemento de la naturaleza forma parte de un todo indivisible.
Añadid a vuestra fe virtud: Un llamado a la acción
La obra “Vosotros también, poniendo toda” no solo nos invita a reflexionar, sino que nos impulsa a la acción. Merton nos exhorta a integrar la espiritualidad en nuestra vida cotidiana, a añadir a nuestra fe virtud a través de la práctica de la atención plena, la receptividad y la conciencia de la unidad.
Al hacerlo, podemos transformar nuestras vidas y contribuir a un mundo más justo, compasivo y sostenible. La espiritualidad no es un lujo para unos pocos, sino un camino de transformación personal y colectiva que está al alcance de todos.
En definitiva, la enseñanza de Merton nos recuerda que la espiritualidad no se encuentra en un lugar o en un momento específico, sino que se encuentra en el presente, en cada instante de nuestra vida. Al cultivar la atención plena, la receptividad y la conciencia de la unidad, podemos añadir a nuestra fe virtud y experimentar la presencia de Dios en cada paso del camino.
Puntos Clave | Descripción |
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Espiritualidad en la vida cotidiana | Merton sostiene que la espiritualidad no se limita a lugares religiosos, sino que se puede encontrar en las actividades diarias. |
Presencia de Dios en el momento presente | Afirma que Dios está presente en todo momento, incluso en las tareas más simples. |
Receptividad y atención plena | La receptividad y la atención plena nos permiten experimentar la presencia de Dios en el momento presente. |
Atención silenciosa | Es una práctica de meditación que nos ayuda a cultivar la conciencia y la receptividad. |
Unidad de toda la creación | Merton cree que Dios está presente en toda la creación, fomentando la compasión y la responsabilidad por el planeta. |
Llamado a la acción | La obra es un llamado a integrar la espiritualidad en la vida cotidiana para transformar nuestras vidas y el mundo. |
Preguntas Frecuentes sobre “Vosotros también, poniendo toda”
¿Cómo puedo encontrar a Dios en mi vida diaria?
Merton argumenta que Dios está presente en cada momento, incluso en las actividades más mundanas. Cultivar la atención plena y la conciencia del presente te permite experimentar la presencia de Dios en comer, trabajar, caminar, etc.
¿Qué significa ser receptivo a la presencia de Dios?
Ser receptivo implica dejar de lado las distracciones y preocupaciones, permitiendo que tu conciencia se expanda al momento presente. Esto te permite percibir la belleza, la maravilla y la santidad que te rodean.
¿Cómo puedo practicar la “atención silenciosa”?
La “atención silenciosa” es una forma de meditación que se centra en estar completamente presente en el momento. Te ayuda a cultivar la conciencia y la receptividad, allanando el camino hacia una experiencia más profunda de lo divino.
¿Cómo puedo integrar mi espiritualidad en mi vida diaria?
“Vosotros también, poniendo toda” te anima a abrazar la presencia de Dios en el momento presente. Esto transforma tu vida y contribuye a un mundo más justo y compasivo.
¿Cómo puedo encontrar unidad con toda la creación?
Reconocer la interconexión de todas las cosas te permite desarrollar un sentido de unidad y compasión hacia todos los seres vivos. Esto fomenta la responsabilidad por el cuidado del planeta y el bienestar de los demás.