En el bullicio de la vida moderna, a menudo nos encontramos corriendo de un lado a otro, olvidando atender a las necesidades más básicas de nuestro cuerpo y alma. El ritmo acelerado nos deja con poco tiempo para disfrutar de la comida, de una conversación amena o de un simple momento de paz. Es en esta vorágine donde la frase “¡Dame, Señor, una buena digestión, pero también algo para digerir!” cobra un significado profundo, más allá de la simple necesidad física.
La frase, atribuida a Santo Tomás Moro, no es solo una petición para una buena digestión física, sino una súplica por una mente despierta y un corazón abierto. El buen humor, la capacidad de encontrar alegría en las pequeñas cosas, es la clave para digerir no solo la comida, sino también las experiencias de la vida, tanto las agradables como las difíciles.
La Oración del Buen Humor: Más que un chiste
La Oración del Buen Humor, atribuida a Santo Tomás Moro, es una joya de sabiduría ancestral que nos recuerda la importancia de la salud integral. Moro no solo pide una buena digestión, sino también un alma santa, libre del peso del aburrimiento, la queja, la autocompasión y el pecado.
Esta oración nos invita a mirar la vida con optimismo, a encontrar humor en la adversidad, a cultivar la humildad y a apreciar la belleza que nos rodea. El buen humor, según Moro, no solo nos ayuda a digerir la comida, sino también a digerir las pruebas y las dificultades de la vida, a encontrar la paz interior y a disfrutar de la compañía de los demás.
¿Cómo se traduce la oración en la vida diaria?
La oración del buen humor puede ser un faro en el camino de la vida. Puede guiarnos en la búsqueda de una alimentación saludable y un estilo de vida equilibrado, pero también en la construcción de relaciones positivas y en la búsqueda de la paz interior. Al igual que una buena digestión nos permite asimilar los nutrientes de los alimentos, un buen humor nos permite asimilar las experiencias de la vida, aprendiendo de ellas y creciendo como personas.
La frase “dame, Señor, una buena digestión, pero también algo para digerir” nos recuerda que no solo necesitamos nutrir nuestro cuerpo con alimentos saludables, sino también nutrir nuestra mente y nuestro espíritu con experiencias positivas, con relaciones sanas y con una actitud optimista ante la vida.
El Buen Humor: Un Don Divino
El Papa Francisco, conocido por su sentido del humor y su alegría contagiosa, enfatiza la importancia del buen humor como un don divino. El buen humor, según el Papa, no es solo un estado de ánimo, sino una actitud que transforma la vida personal y la de los demás.
Si bien el buen humor es un don, también es un esfuerzo humano. Cultivar el buen humor requiere de un compromiso consciente con la alegría, la risa, la bondad y la compasión. Tomarse la vida con un poco de humor, como decía G.K. Chesterton, nos ayuda a encontrar el equilibrio entre la seriedad y la ligereza, entre la responsabilidad y la alegría.
Ejemplos de buen humor en la historia
Santo Tomás Moro, patrón de los políticos, fue un ejemplo de buen humor en medio de la adversidad. Moro no perdió el buen humor ni siquiera al subir al cadalso, bromeando con su verdugo sobre su barba. Su actitud positiva y su capacidad de encontrar humor en momentos difíciles nos inspiran a afrontar las dificultades de la vida con una sonrisa.
El buen humor, como el buen vino, mejora con el tiempo. Con el paso de los años, aprendemos a apreciar las pequeñas cosas, a encontrar humor en las situaciones cotidianas y a disfrutar de la compañía de los demás. El buen humor nos ayuda a mantener una actitud positiva, a afrontar las dificultades con fortaleza y a vivir una vida más plena y feliz.
El Buen Humor, un Camino hacia la Felicidad
La oración del buen humor nos recuerda que la felicidad no se encuentra solo en la satisfacción de las necesidades físicas, sino también en la armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Al cultivar el buen humor, aprendemos a disfrutar de la vida en todas sus facetas, a encontrar alegría en las cosas simples y a vivir con paz interior.
La próxima vez que sientas que la vida te abruman, recuerda la frase “dame, Señor, una buena digestión, pero también algo para digerir”. Busca la alegría, cultiva el buen humor, y disfruta de cada momento de la vida. Recuerda que el buen humor es un don divino, un tesoro que podemos cultivar y compartir con los demás, y que, como la buena digestión, nos ayuda a asimilar las experiencias de la vida y a crecer como personas.
Preguntas Frecuentes sobre la Oración del Buen Humor de Santo Tomás Moro
¿Qué pide la Oración del Buen Humor en relación a la digestión?
La oración pide una buena digestión como parte de la salud física, reconociendo la importancia de una dieta saludable y el bienestar corporal.
¿Qué más pide la oración para ayudar a digerir?
Además de una buena digestión, la oración busca una “alma santa” que pueda apreciar lo bueno y evitar el pecado, lo que, en esencia, significa tener una mente positiva y libre de emociones negativas que pueden obstaculizar la digestión y el bienestar general.